Orden sacerdotal

El orden sacerdotal es un sacramento de servicio por medio del cual un aspirante (varón bautizado) se convierte en presbítero (sacerdote) al servicio de la Iglesia. Sus funciones principales son evangelizar y administrar los sacramentos. El ministro que impone el orden sacerdotal es el obispo. El sujeto que puede recibirla es el varón varón soltero, bautizado y confirmado.

Significado del orden sacerdotal

El orden sacerdotal simboliza la consagración absoluta de la persona al seguimiento de Jesús. Tanto el sacerdocio como otras formas de ordenación religiosa expresan el compromiso exclusivo y permanente con la fe cristiana, el servicio a la Iglesia y la evangelización.

La materia o signo visible del sacramento es la imposición de manos del obispo sobre el aspirante. La oración que se pronuncia para sellar el sacramento recibe el nombre de oración consecratoria. Reza de la siguiente forma:

«Te pedimos, Padre Todopoderoso, que confieras a estos siervos tuyos la dignidad del presbiterado; renueva en sus corazones el Espíritu de santidad; reciban de Ti el sacerdocio de segundo grado y sean, con su conducta, ejemplo de vida».

Fundamentos bíblicos de la ordenación sacerdotal

La ordenación sacerdotal tiene sus fundamentos en el evangelio, particularmente en los relatos de la Última Cena. De acuerdo con este pasaje, Jesús le pidió a sus apóstoles repetir el memorial de la Santa Cena en su nombre y servir a sus semejantes, para lo cual dio el ejemplo al lavarles los pies (ver Mateo 26, 17-35; Marcos 14, 12-22; Juan 13; Jn 15; Lucas 22).

Otras referencias son: Lucas 10, 16. Hechos de los Apóstoles 6, 6. Hechos de los Apóstoles 15, 2-6. Hechos de los Apóstoles 20, 17. Hechos de los Apóstoles 21, 18. Primera Carta de Timoteo 4, 14. Carta a Tito 1, 5.